EL
COF de Valencia ha anunciado una serie de medidas de fuerza
para contrarestar las repercusiones del Real Decreto aprobado
por el consejo de ministros en junio pasado.
Realizar
concentraciones coincidiendo con el cierre, reducir el servicio
de guardias que dejará de ser
gratuito, suspender toda colaboración con
el Gobierno Valenciano y comunicar a la Administración
que a partir de primeros de agosto las farmacias no
están obligadas a vender medicamentos de un
precio superior a 20.000 pesetas, son algunas de las medidas
aprobadas por el colectivo valenciano.
Los
boticarios también proponen que el resto de colegios
de Farmacia le secunden a la hora de hacer una HUELGA SEMANAL
INDEFINIDA como represalia al ataque al modelo farmacéutico
español e instaurar el modelo francés en el cual
los usuarios pagan las recetas.
Salvador
Ibañez, presidente del Colegio Oficicial de Farmaceuticos
de Valencia, considera injusta e ineficaz la postura del Gobierno
por afectar a todos, usuarios y farmacéuticos. "Esta
Ley destruye el modelo sanitario mediterráneo, considerado
por la OMS como el séptimo a escala mundial. Se miente
a la sociedad por que la liberalización no supone una
rebaja de los precios, sino una reducción de la Atención
Farmacéutica en detrimento del usuario".
El
decreto, para este colectivo, es sólo la forma que tiene
la Administración de ocultar la "permanente
ineficacia en la gestión del Sistema Nacional de Salud".