Actualmente
no existe ningún tratamiento que cure la psoriasis, pero si existen tratamientos
que si mejoran los síntomas así como disminuir tanto la gravedad como
la extensión de las lesiones.
Los
tratamientos tópicos son utilizados en los casos leves y constituyen la
forma más frecuente de tratamiento de la psoriasis en placas, pero también
es la menos eficaz en los casos graves.
Tratamiento
Tópico
Suele
aplicarse de manera escalonada o cíclica, cambiando a otra alternativa
cuando la anterior se haya mostrado ineficaz (salvo contraindicación).
Agentes
queratolíticos
1.
Ácido Salicílico
Puede utilizarse en la psoriasis palmoplantar y del cuero cabelludo.
Puede ser eficaz sobre todo en cuadros leves y caracterizados por placas
gruesas.
2.
Brea de Hulla o Coaltar
Es más potente y además presenta actividad antimitótica. Su eficacia
es moderada y su efecto no se aprecia hasta pasado un mes. Es de difícil
aplicación, olor desagradable y puede manchar la ropa y piel, por ello
se suele aplicar antes de ir a dormir y se limpia por la mañana.
Se
utilizan habitualmente asociados a emolientes, corticoesteroides o ditranol.
Actúan suavizando y eliminando las placas escamosas, favoreciendo la renovación
del tejido y potenciando la eficacia de los medicamentos asociados al
facilitar su absorción.
Ditranol
o Antralina
Es
un derivado del antraceno.
Tiene actividad antimitótica.
Debido a su poder irritante, de manchar la ropa y teñir la piel, suele
ser rechazado.
Su uso está contraindicado en psoriasis aguda, pustulosa o inestable,
así como en las zonas de flexión, rostro y genitales.
Corticoides
Tópicos
Se
suelen utilizar derivados de potencia alta o muy alta. Son fáciles de
aplicar y bien aceptados en pacientes al carecer de problemas cosméticos.
Presentan propiedades antiinflamatorias, antimitóticas, antiproliferativas
e inmunosupresoras.
Actúan mejorando las placas y reduciendo la inflamación.
A corto plazo son relativamente seguros, pero su uso prolongado, sobre
todo con los de alta potencia, puede ocasionar efectos adversos locales
y sistémicos, tales como atrofia cutánea, estrías y enmascaramiento de
infecciones cutáneas.
La
interrupción del tratamiento puede provocar una reacción eritematosa e
incluso favorecer el desarrollo de psoriasis inestable o pustulosa.
También puede ocasionar una reaparición súbita de la enfermedad.
No son de primera elección en psoriasis inestable, eritrodérmica o pustulosa
ya que podrían desencadenarla.
Derivados
de la Vitamina D
1.
Calcipotriol
Tiene propiedades
antiproliferativas e inmunosupresoras. Actúa inhibiendo la proliferación
epidérmica de los queratinocitos y aumentando su diferenciación celular.
Se utiliza en el tratamiento de la psoriasis leve o moderada que afecte
hasta un 40% de la superficie corporal.
Debe aplicarse exclusivamente sobre las placas y proceder inmediatamente
a un cuidadoso lavado de las manos a fin de evitar irritaciones y dermatitis
de contacto.
Es el tratamiento de elección en pacientes con psoriasis en placas leve-moderada,
si bien su elevado coste y su acción irritativa desaconsejan su uso
en psoriasis extensa, pustulosa o eritrodérmica, ya que se pueden superar
la dosis de 100 g/semana
Está contraindicado en pacientes con antecedentes de alteraciones metabólicas
del calcio, insuficiencia renal y embarazo.
2.
Tocalcitol
Es de
reciente comercialización. Actúa inhibiendo la hiperproliferación de
queratocitos, favoreciendo la diferenciación celular y modulando la
inflamación, por lo que disminuye el eritema, la descamación y la infiltración
cutánea. Se utiliza en el tratamiento tópico de la psoriasis leve-moderada
en una sola aplicación al día. Aconsejamos no superar los 5 g/día. Tiene
gran tolerancia total y provoca una mínima irritación cutánea, por lo
que puede aplicarse sobre la cara y en zonas de pliegues.
Presentan
escasa absorción sistémica y no afectan al metabolismo del calcio, aunque
si se han detectado casos de hipercalcemia en tratamientos de unos 100
g/semana de calcipotriol.