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Evitar la exposición a la luz solar y a la radiación de
las capas solares.
Emplear
ropa adecuada para ello y pantallas solares de alto índice de protección.
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Se utilizan durante períodos breves cremas corticoides
de mediana y alta potencia y algunos dematólogos realizan infiltraciones
con corticoides.
Si
los tratamientos locales no fueran suficientes, pueden emplearse por vía
oral los antipalúdicos, previo control oftalmológico
que debe mantenerse durante el transcurso del tratamiento para descartar
posible retinopatía cuando las dosis son imprudentemente altas.
La posibilidad de lesión ocular a dosis convencionales es remota.
También
los corticoides por vía oral pueden administrarse
durante períodos cortos.
Se
prescribe en ocasiones y en pacientes que no responden a las terapéuticas
anteriores, talidomida, con todas las precauciones del
caso en mujeres en edad de gestar, dada su teratogenia (producción
de malformaciones fetales).
El
etretinato también puede ser útil pero nuevamente
recaemos en el mismo riesgo.
En
ocasiones se ha recurrido a tratamientos con sales oro, sulfonas,
clofazimine, o agentes inmunosupresores que pueden beneficiar
casos extremadamente refractarios de LED.
Todos
estos tratamientos deben ser monitoreados por el médico.
Si
bien, el pronóstico del LED es bueno, las lesiones pueden persistir
años alternando épocas buenas con otras de exacerbación.
La conversión de LED a LES es extremadamente rara.
Fuente:
Asociación Valenciana de Afectados de Lupus y Asociación Lupus Argentina