Los
9 Puntos Claves
1-
La adicción al alcohol es una enfermedad crónica en la que participan
muchos factores. Darse cuenta de ello y ser consciente de necesitar ayuda
es el primer paso para curarse. El segundo paso es acudir a un especialista.
Los centros asistenciales disponen de un listado de centros especializados
en este tipo de tratamiento..
2-
El tratamiento del alcoholismo no sólo implica tomar una serie de medicamentos,
sino que requiere la aplicación de una estrategia global con psicoterapia
y otras disciplinas..
3-
La estrategia terapéutica a seguir depende de cada paciente, según el
grado de dependencia alcohólica, otros hábitos tóxicos, patrón de consumo,
edad del paciente, factores de riesgo y su situación personal emocional..
4-
El tratamiento farmacológico comprende dos fases: la primera es la prevención
y / o el tratamiento del síndrome de abstinencia, y la segunda es la fase
de mantenimiento, en la que se previene al paciente de las posibles recaídas.
5-
El síndrome de abstinencia aparece cuando el paciente suspende bruscamente
la bebida y puede manifestarse por ansiedad, agitación, sudación, taquicardia,
irritabilidad, náuseas, vómitos, insomnio, temblores y, en algunos casos,
alucinaciones y / o convulsiones. Para evitar que aparezca este síndrome
el médico prescribe unos medicamentos tranquilizantes ( benzodiacepinas)
que impiden o minimizan que el paciente tenga estos síntomas. El médico,
en función de la respuesta del paciente irá disminuyendo la dosis de estos
medicamentos, ya que progresivamente el paciente va a necesitar menos
tranquilizantes. Es muy importante que durante este tiempo el paciente
no beba alcohol. Asimismo, en este periodo el paciente también recibirá
un aporte de vitaminas.
6-
El tratamiento de mantenimiento consiste en administrar medicamentos que
eviten las recaídas. Existen dos tipos de terapias, una que utiliza fármacos
aversivos y otra que emplea medicamentos denominados anticonsumos. En
algunos pacientes es necesaria la utilización de ambos tipos de fármacos.
7-
Los medicamentos aversivos son aquellos en los que si el paciente bebe
alcohol cuando los esta tomando, experimente una serie de síntomas como
palpitaciones, dolor de cabeza, enrojecimiento facial, náuseas y vómitos.
La aparición de estos síntomas provoca que el paciente rechace el beber.
Estos síntomas se han descrito incluso con la utilización de lociones
cutáneas que llevan alcohol, tipo after shave o colonias, y por supuesto,
tras la ingestión de medicamentos que llevan alcohol como excipiente.
Esta reacción puede aparecer hasta dos semanas después de haber interrumpido
el tratamiento.
8-
La otra estrategia terapéutica para evitar las recaídas
es el empleo de medicamentos anticonsumo, que son aquellos que consiguen
una disminución del placer que proporciona el alcohol, reduciendo el deseo
y la ansiedad por beber. La utilización de estos medicamentos no está
contraindicada con el hecho de beber alcohol y se administran en aquellos
pacientes en los que no se asegura un cese definitivo del consumo del
alcohol.
9-
Para que los medicamentos que se utilizan en la deshabituación alcohólica
funcionen es necesario que el paciente cumpla con el tratamiento y se
mantenga motivado en su lucha contra el alcohol.