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Según
su procedencia:
Halitosis
de origen oral
Son las más frecuentes,
y están relacionadas principalmente con las sustancias que se depositan
en el dorso de la lengua, así como con la enfermedad periodontal y la
gingivitis.
Halitosis
de origen amigdalar
Su incidencia es
mínima y se deba la acumulación de detritus y pequeños cálculos en amígdalas
con grandes cráteres y recovecos.
Halitosis
de origen nasal
Las infecciones
( sinusitis, adenoides) los cuerpos extraños retenidos, la rinosinusitis
crónica, los tumores nasofaríngeos, etc., todo lo que pueda producir
una alteración del paso del aire o del moco a través de las vías nasales,
puede provocar halitosis.
Halitosis
de origen bronquio pulmonar
Relacionadas sobre
todo con infecciones de las vías respiratorias bajas como bronquiectasias,
abscesos pulmonares.
Halitosis
de origen gastrointestinal
Son menos frecuentes
de lo que se cree, y se dan en los casos de divertículos esofágicos,
estenosis pilóricas con retención gástrica, y también en hipocolias
hepáticas.
Halitosis
de origen endocrino
En pacientes con
diabetes descontrolada el olor a acetona se su aliento puede ser muy
desagradable.
Halitosis
de origen renal
Los pacientes con
insuficiencia renal exhalan un fetor ex ore ruinoso.
Halitosis
debidas a trastornos de origen metabólico y bioquímico
Son muy raras.
Fecha
última Inserción/Actualización: 17/04/2013
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