Se
tiene la errónea creencia de que la halitosis suele provenir del tubo
digestivo cuando la realidad más del 90% tienen su origen en el territorio
buconasal. De éstas más del 80% se deben a halitosis de causa oral propiamente
dicha, y sólo una décima parte proceden de la zona nasal.
Las
primeras suelen ser originadas por la formación de compuestos de sulfuro
( CVS) como sulfuro de hidrógeno, el disulfuro de dimetilo o el metilmercaptano,
que desprenden un olor fétido y desagradable. Normalmente, estos compuestos
son producidos por las bacterias que habitan en el medio oral a través
de la degradación de aminoácidos y péptidos que contienen sulfuro, principalmente
procedentes de la saliva, las mucosidades faríngeas, la sangre, el fluido
del surco gingival y las células epiteliales descamadas.
De
las halitosis generadas en el medio bucal, casi la mitad de ellas están
en relación con las sustancias depositadas en el dorso lingual. En este
lugar se produce un cúmulo de diversos substratos que junto a la especial
configuración anatómica de la zona, con la existencia de las papilas y
atravesada por diversos surcos y fisuras, constituyen un lecho muy especial
para la permanencia y proliferación de distintos tipos de bacterias y
sus productos de desecho, entre ellos los compuestos volátiles del sulfuro
que son los responsables del mal olor oral. Es por tanto esta área el
foco principal de formación del olor en la boca.
Es
también muy importante la relación entre halitosis y enfermedad periodontal.
Según distintos estudios, se ha demostrado que las personas que padecen
periodontitis generan una cantidad mayor de compuestos volátiles sulfurados
asociados con la halitosis, y que estos tejidos son también tóxicos para
los tejidos periodontales, ayudando en la destrucción del aparato de sostén
del diente, pues existe una relación entre la cantidad de producción de
los mismos y la gravedad de la enfermedad periodontal.
De
todas formas e independientemente del estado periodontal del individuo,
los pacientes con un recubrimiento lingual más grueso o con marcadas fisuras
en el dorso de la lengua, tienen mayores concentraciones de compuestos
volátiles en el aliento y con ello una halitosis más evidente.
En
la producción de estos compuestos volátiles de sulfuro tienen un papel
principal las bacterias que existen en el medio ecológico bucal, que son
las responsables de la degradación proteolítica de los substratos proteicos
causantes de la halitosis.
En
individuos sanos, la superficie de la lengua es un área en la que convive
una microflora muy variada, predominando las especies denominadas facultativas,
tales como lactobacillus, streptococcus, actynomices, etc., que también
se encuentran en la saliva o en otras mucosas del territorio, así como
una cantidad apreciable de bacterias anaerobias estrictas que proliferan
gracias a las irregularidades que aquélla presenta, que proporcionan lugares
en los que los microorganismos se encuentran en unas condiciones adecuadas
de ausencia de oxígeno y además, están a salvo de la acción de aclarado
de la saliva.
En
los pacientes con problemas de halitosis, además de existir la flora indicada,
es más significativa la proporción de bacterias anaerobias gramnegativas
capaces de producir en mayor cantidad los compuestos volátiles del sulfuro
causantes del mal olor, y así mismos tiene una cantidad mucho mayor de
bacterias que los individuos sanos.
En
conclusión, las bacterias anaerobias gramnegativas que se alojan en la
superficie dorsal de la lengua y en menor proporción en las bolsas periodontales,
son los agentes etiológicos principales de la mayor parte de la producción
del mal olor a nivel de la cavidad oral.
En
cuanto a las halitosis cuyo origen se encuentran en las vías nasales,
hay que decir que se deben sobre todo al goteo postnasal, probablemente
relacionados con problemas alérgicos, que presenta una quinta parte de
la población, y que puede arrastrar productos de los senos paranasales,
los cuales al acumularse en la parte posterior de la lengua pueden contribuir
a generar el mal olor. Así mismo, las infecciones de las vías nasales
como la sinusitis, adenoiditis, o los cuerpos extraños alojados durante
un tiempo, o los pólipos nasales o los tumores nasofaríngeos, pueden ser
origen de halitosis de causa nasal que se caracterizan por un intenso
mal olor.