Diagnóstico y Tratamiento |
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Diagnóstico
Debe
quedar bien claro que, a través de los datos recogidos de los síntomas
que el paciente refiere y de los hallazgos exploratorios del médico, se
puede llegar, con un grado elevado de certeza, a establecer un diagnóstico
del nivel en que se está produciendo la compresión de la raíz nerviosa
por el disco intervertebral herniado. Es por ello muy importante que el
paciente responda con interés, esforzándose en contestar y recordar correctamente
los datos requeridos por el médico en la confección del historial clínico,
fundamentalmente en lo que se refiere a las características del dolor,
la localización del mismo cuando se propaga por el muslo y la pierna y
su distribución en los dedos de los pies. Asimismo, prestará su colaboración
interesada en la práctica activa de determinadas maniobras exploratorias,
tales como andar de puntillas y talones, extender o flexionar los dedos
de los pies etc.
En
determinadas situaciones complejas puede suceder que ni los síntomas referidos
por el paciente ni los datos obtenidos de su exploración física sean suficientes
para confirmar la sospecha de hernia discal o para establecer el nivel
de la misma. En estas ocasiones puede resultar útil realizar un electromiograma,
prueba que confirmará o descartará la existencia de afectación de una
raíz nerviosa, permitiendo además fijar el nivel vertebral donde asienta,
según la raíz espinal que parezca comprimida.
Como
pruebas complementarias para el diagnóstico se pueden considerar, en algunas
situaciones, determinados estudios radiológicos (radiografías, scanner,
melografía, resonancia nuclear magnética, etc.). Es un error muy común
de algunos pacientes creer que estas pruebas complementarias son la base
del diagnóstico médico e incluso de su curación. Esta confusión resulta
a todas luces perjudicial para un correcto enfoque práctico de la problemática
de la ciática, pudiéndose derivar del uso indebido de las técnicas, sin
tener en cuenta una adecuada correlación con los síntomas del paciente
y con los hallazgos del examen físico practicado por el médico, diagnóstico
alejados de la realidad e intervenciones terapéuticas innecesarias.
Tratamiento
La
mayoría de los pacientes con lumbociática por hernia discal mejoran con
tratamiento médico. Este debe incluir las medidas físicas (reposo en cama,
calor local) y la aplicación de determinados medicamentos para combatir
el dolor, la inflamación y la contractura muscular de la región espinal
afectada ( analgésicos, antiinflamatorios y relajantes musculares). Una
vez que el dolor desaparece, el paciente deberá seguir un programa de
ejercicios y cumplir los consejos higiénicos y posturales que se le indiquen
para la prevención de nuevos episodios.
Otras
alternativas terapéuticas incluyen actitudes más intervencionistas (quimionucleolisis,
nucleotomía lumbar percutánea, cirugía, etc). La aparición de estas técnicas
requiere una selección minuciosa y cuidadosa del paciente y de la indicación
y técnica terapéutica, teniendo en cuenta factores tales como la recurrencia
de los episodios de ciática, la ausencia de respuesta al tratamiento médico
correctamente realizado por el paciente ( lo cual desgraciadamente no
siempre sucede) o la aparición de un defecto neurológico progresivo a
pesar del reposo en cama estricto.
Fecha
última Inserción/Actualización: 17/04/2013
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