El
cáncer de mama es un tumor maligno de la mama que afecta principalmente
a las mujeres. También los hombres pueden sufrirlo, pero es mucho más
raro.
Este
tipo de cáncer se vuelve más frecuente con la edad y alcanza su mayor
incidencia alrededor de los 50 años.
Las
formas tardías progresan menos rápidamente.
Las
causas
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La
causa directa no es conocida. El riesgo de enfermar de cáncer de
mama aumenta con la edad y si otros miembros de la familia lo han
padecido.
Los
riesgos son además mayores si una mujer ha sido fértil durante mucho
tiempo, es decir, si el lapso de tiempo entre la primera ovulación
y la menopausia ha sido prolongado. La lactancia tendría un efecto
preventivo.
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Los niveles de estrógeno
tienen probablemente importancia en la aparición del cáncer de mama.
Pueden influir además
distintos factores vinculados al ambiente.
El
Tratamiento
Si
el tumor es pequeño y no presenta signos de difusión, se extrae con una
operación, lo que implica generalmente que una parte de la mama, a veces
toda la mama, debe ser extirpada.
Los
tumores más extendidos que han afectado a los ganglios linfáticos alrededor
de la mama se extirpan junto a estos últimos. La operación a veces se
completa con una radioterapia que destruye las células cancerosas que
hayan podido quedar.
Los
tumores graves, que alcanzan a otros órganos (por ejemplo la otra mama,
el hígado, los huesos o los pulmones), no se pueden extirpar completamente
con una operación quirúrgica.
En
este caso, el tratamiento consiste en radioterapia, quimioterapia y a
veces terapia hormonal.
Paralelamente,
se suministran al paciente remedios analgésicos y curas que atenúen los
síntomas.
¿Cuándo
hay que consultar al médico?
Cuando
se advierte un nódulo en un pecho o si se descubre una deformación de
la piel de la mama. Es necesario además consultarle en caso de que el
pezón segregue líquido, sangre o pus, o si alrededor del pezón se forman
llagas.
Y
naturalmente si se advierten dolores en las mamas.
¿Qué
hace el médico?
El
médico realiza el examen de la mama, con la palpación de los ganglios
linfáticos de las axilas y de las cavidades situadas por debajo de la
clavícula.
Ausculta
el corazón y los pulmones.
Los
exámenes complementarios comprenden una mamografía y un examen citológico,
a veces una termografía.
Si
se trata de un tumor, normalmente se extirpa mediante una operación quirúrgica,
y se extraen además los ganglios linfáticos situados alrededor del mismo.
¿Qué
hacer una misma?
Efectuar
periódicamente el examen de las mamas, palpándolas y controlándolas delante
de un espejo. El examen resulta más fácil bajo la ducha. Hay que enjabonarse
bien y palparse las mamas sistemáticamente.
Es
importante que este examen se realice regularmente, por ejemplo después
de cada menstruación, para poder descubrir posibles cambios. Cuanto antes
se descubra el tumor, y antes se intervenga, mayores serán las posibilidades
de curación.