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EL REFLUJO GASTROESOFÁGICO. Se denomina así al fenómeno
fisiológico del paso de contenido gástrico al esófago,
en ausencia de náuseas, vómitos o eructos. Sucede especialmente
después de las comidas, durante un breve período de tiempo,
y suele deberse a las relajaciones espontáneas del esfínter
esofágico inferior. En condiciones habituales no tiene consecuencias
clínicas.
Cuándo éste paso de contenido provoca síntomas
y/o alteraciones inflamatorias de la mucosa esofágica se denomina
ENFERMEDAD POR REFLUJO GASTROESOFÁGICO
(ERGE).
LA
ESOFAGITIS POR REFLUJO. Es un proceso que se produce
debido al desequilibrio existente entre los factores agresivos procedentes
del estómago (ácido y pepsina) y los mecanismos de defensa
de la mucosa del esófago. De manera que si se mantiene en el
tiempo llegan a aparecer lesiones inflamatorias en la mucosa esofágica.
Se diagnostica mediante endoscopia, donde se podrán ver las lesiones
macroscópicas de la mucosa, y tomar muestras para su estudio
microscópico.
LA
HERNIA DE HIATO. Se denomina así a una alteración
anatómica que consiste en la migración de la unión
esofagogástrica a través del hiato diafragmático
hacia el mediastino; es decir, el cambio de la relación anatómica
entre estómago y esófago, modificándose los ángulos
entre ambos, favoreciendo con ello el reflujo hacia el esófago
del contenido gástrico. Hasta hace poco se consideraba sinónimo
de reflujo, pero se ha visto que no es así, sino que es sólo
un factor predisponente.
Fisiopatología
Esta
enfermedad ocurre cuando se desequilibra el balance que existe entre los
factores agresores (reflujo ácido, potencia de reflujo) y los mecanismos
de defensa de la mucosa (aclaración esofágico, la propia
resistencia de la mucosa).
Obviamente, el daño que va a sufrir la mucosa del esófago
va a depender de la cantidad de material refluido y de la frecuencia del
reflujo, del aclaramiento esofágico por gravedad y por peristalsis,
y de la neutralización del ácido por secreción salivar.
Por
lo tanto. Se puede hablar de una serie de factores que favorecen esta
patología y otra que la previenen.
Factores
Favorecedores de la ERGE
1.
Hipersecreción ácida gástrica
Los
estudios realizados no muestran un patrón diferente de secreción
ácida en individuos con ERGE respecto a controles sanos, pero en
estudios de pacientes con síndrome de Zollinger Ellison se encontró
que, aproximadamente, el 60% de ellos padecían ERGE.
2.
Alteración del vaciamiento gástrico
Actualmente
existe una gran controversia entre la gravedad de los signos o síntomas
de la ERGE y las alteraciones motoras del estómago. El vaciamiento
gástrico enlentecido es un factor que favorece la ERGE en algunos
pacientes; sin embargo, el tratamiento con procinéticos no es suficiente
para la cicatrización de la esofagitis o el cese de la sintomatología
en los casos moderados o graves de ERGE.
3.
Aumento de la presión intraabdominal
En
condiciones normales existe un mecanismo por el que si aumenta la presión
intraabdominal, aumenta también la presión del EEI, evitando
por tanto que el contenido gástrico pase al esófago. En
algunas personas con reflujo patológico, el EEI no se adapta a
las situaciones de sobrecarga, lo que sucede con más frecuencia
en el período postprandial o tras maniobras de VaIsava.
4.
Hernia de hiato
Se
trata, como ya expusimos antes, de una alteración de la anatomía
gastroesofágica en la que puede quedar retenido material gástrico
en el saco herniario, aumentando el tiempo de contacto con la mucosa del
esófago, de forma que el aclaramiento del esófago queda
enlentecido.
5.
Aumento de la sensibilidad visceral
En
estos casos hay correlación entre los síntomas y los episodios
de reflujo, pero éstos son de frecuencia y duración normales.
Puede que en estos casos haya una disfunción sensorial primaria
a nivel periférico, una respuesta anormal a los estímulos
esofágicos, un umbral del dolor disminuido o una hiperactividad
a nivel central.
Fecha
última Inserción/Actualización: 17/04/2013
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