Factores
preventivos de la ERGE
1. Mecanismos antirreflujo.
La
primera barrera se encuentra en el EEI y los componentes extraesfinterianos.
La alteración del EEI favorece la ERGE por varios mecanismos:
- Hipotonía permanente del EEI. En
personas con esofagitis grave o complicada se ha observado hipotonía
del EEI, con relación directa entre grado de lesión esofágica
y presión del EEI. Supone el 18% de los casos de ERGE.
- Hipotonía crítica del EEI.
El aumento transitorio de la presión intraabdominal supera el
tono del EEI (que tiene una presión basal normal), favoreciéndose
el reflujo.
- Relajación transitoria del EEI. La
presión basal del EEI disminuye por debajo de la presión
intragástrica, no relacionado con la deglución ni con
una peristalsis incompleta. Parece estar en relación con la distensión
gástrica y con la estimulación faríngea y es el
principal mecanismo de reflujo gastroesofágico.
2.
Aclaramiento esofágico
Depende
de tres factores:
- La salivación. El contenido en bicarbonato
que tiene la saliva ayuda a neutralizar el ácido de la mucosa
esofágica. Además, la secreción de saliva induce
su propia deglución y con ello la aparición de ondas peristálticas
primarias. Durante la noche la salivación disminuye y el tiempo
de aclaramiento esofágico va a aumentar.
- La ley de la gravedad. La posición
de bipedestación favorece el aclaramiento esofágico.
- Peristalsis primaria (debida a la propia
deglución, y es la que va a producir un mayor aclaramiento esofágico)
y secundaria (por el propio reflujo a través
de estímulos locales).
3.
Barrera mucosa del esófago
Secreción
de bicarbonato por la mucosa y la barrera celular del epitelio escamoso
del esófago.
Factores
de Riesgo de la ERGE
En
función de los últimos estudios realizados, podemos decir
que:
1.
Los hábitos higiénico-dietéticos no parece que sean
factores de riesgo dominantes. La dieta grasa, los dulces, la cebolla
cruda, las especias, la cafeína y los cítricos presentan
una evidencia científica débil. Las bebidas carbonatadas
y las comidas copiosas son factores de riesgo con evidencia moderada para
desarrollar reflujo postprandial.
2.
El ejercicio físico se considera factor provocador de ERGE con
evidencia débil. El ejercicio puede producir un aumento de las
relajaciones transitorias del EEI. Parece que dormir sobre el lado izquierdo
provoca un menor número de episodios de reflujo en aquellos pacientes
que tienen síntomas nocturnos.
3.
Se ha encontrado una relación entre enfermedades psiquiátricas
y el estrés psicológico con síntomas de ERGE: el
mayor nivel educacional, la obesidad, el estado marital (divorciado, separado
o viudo) y los acontecimientos negativos recientes son factores de riesgo
estadísticamente significativos para el desarrollo de ERGE.
Se ha demostrado que el reflujo sucede independientemente del índice
de masa corporal, pero, en ocasiones variaciones significativas del peso
pueden precipitar los síntomas.
4.
La relación entre H. pylori y ERGE es contradictoria, de tal forma
que a no ser que la persona con ERGE presente otra enfermedad que lo justifique,
no está justificado investigar ni erradicar la infección
por H. Pylori.
Los pacientes con reflujo tienen con más frecuencia hernia de hiato.
No significa que sea la causa de ERGE, pero puede favorecerla.
5.
Diversos fármacos pueden favorecer el reflujo ya que disminuyen
la presión del EEI, El consumo de ácido acetilsalicílico
y otros antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) se asocia con erosiones
esofágicas y con posible aparición futura de estenosis esofágicas,
pero su papel en la ERGE no está del todo aclarado.
Clínica
de la ERGE
Esta enfermedad puede producir tanto síntomas
digestivos como extradigestivos:
1.
Síntomas digestivos
Los que con mayor frecuencia
refieren los pacientes son pirosis y regurgitación ácida.
La pirosis se describe por los pacientes como la sensación de quemazón
que surge del estómago hacia el esófago. La regurgitación
se debe a que el contenido del estómago pasa hacia el esófago,
y con frecuencia llega hasta la boca. Se diferencia de un episodio de
vómito porque no existen náuseas y porque se produce sin
esfuerzo.
Otros
aspectos a tener en cuenta a la hora de sospechar y/o diagnosticar la
ERGE, nos indican que:
*
La ERGE tiene gran probabilidad de existir cuando el paciente refiere
pirosis dos o más días por semana.
*
Los síntomas suceden con más frecuencia después
de las comidas.
*
Los síntomas rara vez despiertan al paciente.
*
En ausencia de úlcera péptica o esofagitis, los síntomas
localizados en el abdomen superior o retroesternales que mejoren con
antiácidos, probablemente son debidos a la ERGE.
*
Los pacientes que refieran síntomas que sugieran una
ERGE complicada (disfagia, odinofagia, sangrado, pérdida de peso...)
deberán someterse a pruebas complementarias.
La
disfagia es un síntoma (hasta en el 30% de los
casos) que también presentan estos pacientes, y puede ser secundaria
a una estenosis péptica asociada a una enfermedad por reflujo gastroesofágico.
Otros síntomas menos específicos pueden ser: eructos, dolor
epigástrico, pesadez postprandial, náuseas, hipo y sialorrea
(aumento de la salivación). Siempre que se detecten síntomas
inespecíficos se debe demostrar la presencia de un reflujo patológico
y descartar otras enfermedades.
2.
Síntomas extradigestivos
*
Manifestaciones respiratorias: Como son tos crónica, asma, de
predominio nocturno, bronquitis crónica, fibrosis pulmonar idiopática.
*
Manifestaciones ORL: Como son afonía, granulomas, laringitis
crónica, nódulos, pólipos, quistes laríngeos,
etc.
*
Manifestaciones bucales: Como son erosiones del esmalte dental por acción
del reflujo ácido en la boca.
*
Dolor torácico esofágico: El cual es debido al paso del
contenido ácido del estómago al esófago, y debe
ser demostrado con una pHmetría de 24 horas o mediante instilación
de ácido clorhídrico en esófago, lo que va a reproducir
los síntomas. Con mucha frecuencia éste dolor nos puede
confundir con el de una isquemia coronaria.