Se
trata de una conducta de aislamiento comunicacional, ruptura de las relaciones
sociales, negligencia de las necesidades de higiene, alimentación
o salud, reclusión domiciliaria, rechazo de las ayudas y negación
de la situación patológica, que se presenta habitualmente
en ancianos solitarios.
Las
primeras descripciones y su sistematización clínica se deben
a los trabajos de MacMillan & Shaw (1966) y Clark et at. (1975). Basándose
en ellos y en diversos trabajos posteriores de De La Gándara et
al. (1992, 1994), han establecido las características clínicas
del síndrome, que permiten diferenciarlo de los estados depresivos,
demencias u otros estados psicopatológicos.
Su
denominación se debe a Clark et al. (1975) y se basa en el estilo
de vida misantrópico y solitario del conocido filósofo Griego.
Etiopatogénia
Se
trata de un síndrome específico que se produce en ancianos,
como consecuencia de la interrelación de tres tipos de factores:
1.
Diferentes rasgos de personalidad previos,
que implican tendencia al aislamiento, dificultades de adaptación
social, rechazo de las relaciones humanas, misantropía, etc.
2.
Factores estresantes propios de la edad tardía:
dificultades eco-nómicas, muerte de familiares, rechazo familiar,
marginación social, etc.
3.
Soledad: inicialmente condicionada por las circunstancias,
pero posteriormente buscada o deseada voluntariamente.
Se
puede aceptar que existen dos tipos del Síndrome de Diógenes:
Personas sin otra patología psiquiátrica específica.
Pacientes psiquiátricos crónicos: depresivos, delirantes
o demenci-ados que presentan además conductas típicas
de Diógenes.
Epidemiología
Según
estimaciones realizadas por De La Gándara (1994), un 1.7 por/mil
de los ingresos en hospitales en España de mayores de 65 años
son por Síndrome de Diógenes, lo que supone unos 1.200 nuevos
ingresos año.
Según
otros análisis, en España un 3 % de las personas mayores
de 65 años tienen "Riesgo de Diógenes", la "prevalencia
probable" es del 0.5%, y la "incidencia anual" podría
estimarse en unos 3.200 casos nuevos.
Complicaciones
La
principal complicación es la muerte en soledad en sus domicilios.
Por otra parte, más del 40 % de los Síndromes de Diógenes
sufren patología somática severa, y mueren a pesar de ser
ingresados en hospitales.
Todos
presentan grave abandono higiénico y estados carenciales, que implican
la presencia de malnutrición, anemia, etc.
Epidemiología
Podemos
aceptar cinco criterios o rasgos de conducta característicos, que
permiten hacer el diagnóstico. La presencia de "1" ó
"2" criterios sugiere la existencia de riesgo de Síndrome
de Diógenes, mientras que una puntuación de "4"
ó "5" la alcanzan los casos más graves, con elevado
riesgo de enfermedad y muerte en soledad. Estos criterios son:
Aislamiento comunicacional y relacional, con rechazo de las posibilidades
de comunicación.
Reclusión domiciliaria voluntaria, con oposición a ser
sacados de sus domicilios.
Negligencia de cuidados sanitarios y de la higiene propia y del hogar
(silogomanía: acumulación de basura).
Conducta de "pobreza imaginaria": acumulación de dinero
en casa o bancos, en cantidades elevadas, asociado a creencia de pobreza
extrema, a veces delirante, y no utilización para las necesidades
básicas.
Rechazo de las ayudas familiares o sociales, e intento de regresar a
su estilo de vida, cuando son dados de alta, o se descuida su cuidado.
Tratamiento
El
tratamiento debe empezar por la detección de los casos de riesgo,
el ingreso en un Hospital General o Unidad de Geriatría, y abordaje
de los trastornos médicos.
Se
deben adoptar las medidas de protección social pertinentes, evitando
el regreso del enfermo a sus condiciones previas de vida. En algunos casos
es preciso tratar la patología psiquiátrica asociada (depresión,
delirios crónicos). Si no es posible asegurar la convivencia o
ubicar al paciente en una institución social, es preciso hacer
un seguimiento crónico, visitas domiciliarias, y trabajo coordinado
de los servicios sanitarios (médico, enfermera) y sociales (trabajador
social).