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Evolución
Las
células del músculo cardiaco privadas de oxígeno debido a la interrupción
del riego sanguíneo empiezan a morir. Un infarto leve dura menos de una
hora y no tiene consecuencias graves.
Un
tratamiento apropiado hará posible que el músculo cardiaco recupere sus
funciones sin dejar prácticamente ninguna secuela.
Los
ataques de mayor gravedad destruyen un área más extensa, por lo que suelen
provocar la invalidez permanente o la muerte.
Aunque
el infarto no sea extremadamente grave puede tener complicaciones muy
serias: el ritmo cardiaco puede acelerarse o volverse irregular impidiendo
que el corazón bombee correctamente la sangre.
No
obstante, el 50% de las personas que han sufrido un infarto de miocardio
son capaces de reanudar su vida normal a los pocos meses. La aspirina,
ingerida en dosis mínimas y de forma regular, reduce el riesgo de recaídas
y de posibles complicaciones.
Síntomas
El
principal síntoma de un infarto de miocardio es el dolor, que puede ser
de distintos tipos:
- Dolor repentino
o provocado por esfuerzos, emociones, estrés, etc.
- Dolor leve o sensación
de opresión, escozor o hinchazón.
- Dolor localizado
en la parte central del pecho y que a menudo se extiende hacia la espalda,
la mandíbula o el brazo izquierdo.
- Alteración del
ritmo cardiaco (arritmia) y palpitaciones.
- Dolor acompañado
de sudores fríos, náuseas, vómitos, ansiedad o dificultades respiratorias.
Alerta
Si
se observa alguno de estos síntomas es necesaria la hospitalización inmediata.
Su vida puede estar en peligro.
Prevención
del Infarto de Miocardio
- Dejar de fumar.
- Mantener el peso
ideal.
- Llevar una dieta
pobre en grasas animales.
- Hacer ejercicio
físico con regularidad y sin cometer excesos.
- Mantener la presión
arterial, el colesterol y la glucemia a niveles normales.
Fecha
última Inserción/Actualización: 17/04/2013
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